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Pequeños grandes consejos científicos que salvarían tu vida... Si los conoces...

Publicado: 2012-01-22

Las ciencias no son solo sobre las que se investiga en los grandes y costosos laboratorios del mundo; también están constituidas por los conocimientos básicos cuya aplicación nos salva diariamente la vida. Sin embargo, en pleno siglo XXI, hay estados que ni siquiera logran que sus pueblos tengan esos conocimientos vitales, condenándolos a la peor de las enfermedades: la insipiencia, es decir, la fatal falta de ciencia.

En el Encuentro Científico Internacional (ECI) 2012 de verano, Julia Mote (egresada de la New York University, con sede en el exclusivo barrio Manhattan) expuso sobre agua y saneamiento en Salpo, un pueblo minero situado a 3,600 metros sobre el nivel del mar y a 70 km de Trujillo.

Los mil participantes que la escucharon quedaron sorprendidos de la realidad actual de un distrito andino cuya bonanza, a mitad de siglo XX, atrajo a la empresa Northern Perú y, hace poco, tentó a la poderosa empresa Buenaventura.

La mayoría de los niños salpinos sufre desnutrición por falta de conocimientos (por ejemplo, se reemplaza los alimentos nativos y nutritivos por fideos y otra comida chatarra). Ellos no saben la importancia del lavado de manos, de la ventilación de sus habitaciones, de los sanitarios y, lo peor, beben agua no apta para el consumo humano. Como consecuencia, hay quienes mueren por insipiencia.

Pero la insipiencia no es exclusiva de Salpo. Eduardo Gotuzzo, premiado en el ECI como el “Científico del año 2012”, nos explicó sobre la dura guerra que, con sus científicos de élite, lo enfrenta a las enfermedades infecto-contagiosas, teniendo como cuartel general al Instituto de Medicina Tropical “Alexander von Humboldt”.

El primer indicador de ignorancia que produce muertes en Lima es la existencia de vehículos de servicio público sin ventilación vertical (por el techo) que permitiría la salida de los microorganismos patógenos que exhalan los pasajeros infectados de enfermedades contagiosas.

Las conferencias de Julia Mote y Eduardo Gotuzzo nos indujeron a visitar el Centro de Salud San Cosme, acá nomás, en Lima. En el cerro San Cosme, convertido en el mayor foco de tuberculosis, hay gente infectada que vive en sótanos sin ventilación. Tanto los jóvenes provincianos que huyen de la pobreza como los estibadores ancianos y sin pensión son víctimas de males que bien pudieron evitarse.

También por insipiencia, en las playas de Lima, los bañistas se exponen a los rayos ultravioletas de gran peligrosidad. Hay gente que muere joven por cáncer a la piel producida por los rayos solares. Los que sobreviven a esa agresión terminan con la piel avejentada o con cataratas.

Otro tema es el de las enfermedades sexualmente transmisibles. A pesar de que existen medidas de prevención, la falta de difusión del conocimiento que puede salvar vidas y los prejuicios del pasado hacen crecer aceleradamente el número de víctimas de VIH.

Por último, la ignorancia asistida por publicidad en los medios masivos de comunicación está llevando a gente pobre a ingerir comida chatarra sin valor nutritivo y dañino para la salud. Bebidas repletas de azúcares y frituras cancerígenas dominan los lugares de esparcimiento, sin que se informe adecuadamente a la población del riesgo que corren los consumidores.

Julia Mote, en su lucha por difundir el conocimiento científico vital, es un ejemplo seguido por algunas organizaciones peruanas. Sin embargo, todos estamos llamados a usar los medios que estén a nuestro alcance para combatir la enfermedad de la insipiencia, la que se ha vuelto extremadamente resistente.

Modesto Montoya

Doctor en Ciencias Físicas por la Universidad París Sud. Profesor principal de la UNI. Investigador con el mayor nivel de carrera en el IPEN.

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Un colaborador de lujo de Sophimania.pe